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Entre las más de 1.000 cavidades catalogadas en el término de Chera, hay unas 20 simas con atractivos suficientes para los amantes del mundo subterráneo, quedando todavía algunas de ellas por explorar. La más profunda de todas es la sima de la Arcolla que presenta un pozo de 57 metros de caída.


CAVIDADES MÁS PROFUNDAS


 
 
  Sima de la Arcolla
  Sima de la Cargadera
  Quebraja de la Cierva
  Cueva del Risco del Fraile
  Sima del Pico Ropé
  Simarros del Tío Diodoro
 
Metros 
57
  35
  30
  22
  20
  20
 


 



Descenso a la sima de la Cargadera


El modelado cárstico de los numerosos roquedos calcáreos ha propiciado la existencia de gran cantidad de cuevas. Unas presentan bellas formaciones de estalactitas y estalagmitas, como la cueva del Caballo, y otras se desarrollan a lo largo de laberínticas galerías, como la cueva del Risco del Fraile, que con 140 metros de recorrido, es la más larga de Chera.


CAVIDADES MÁS LARGAS


 
 
  Cueva del Risco del Fraile
  Agujero del Horado
  Cueva de los Ojos del Buho Grandes
  Cueva del Caballo
  Cueva de Superio
 
Metros 
140
  75
  70
  60
  30
 


 



Cueva del Caballo, con estalactitas y estalagmitas

También hay cuevas que se originan por la formación de toscas y travertinos en manantiales petrificantes, con espectaculares cascadas y numerosas oquedades contiguas, como las cuevas de la Garita.



Cuevas de la Garita, con el chorrero de las Cuevas

Además, en esta zona abundan los abrigos que se forman bajo los resaltes rocosos, estando los principales cerrados mediante una pared de piedra seca para guardar ganado, formándose así las numerosas corralizas existentes.



La cueva del Tío Mariano está situada en el paraje de Las Cuevecillas y es una de las 68 corralizas que hay en el municipio de Chera

Un fenómeno singular lo constituye el Agujero del Horado, que presenta un manantial en su interior que funciona como una "fuente vauclusiana". En determinados días, a pleno sol, de forma repentina, y sin que llueva previamente, se inunda toda la caverna y el agua sale al exterior formando un pequeño riachuelo que corre barranco abajo. Este hecho se produce cuando baja bruscamente la presión atmosférica y presagia cambios del tiempo y grandes lluvias a los pocos días.



Colgaduras en el interior del Agujero del Horado


© Antonio García Lacruz