Carnavales
El carnaval es una curiosa celebración, que permite a la gente romper con los cánones morales, recurriendo a disfraces,
máscaras y canciones cargadas de ironía antes de la llegada de la Cuaresma.
En Chera los carnavales se celebran desde hace muchos años, son las fiestas de la sátira, el buen humor, la crítica y el desenfado.
Hay un desfile por la tarde en el que participa mucha gente en especial los niños con un recorrido por las principales calles
de la población. Por la noche los disfrazados acuden al baile de carnaval, con gran participación de jóvenes y adultos, pero
también de personas mucho más mayores que quieren compartir la fiesta. Casi al final de la noche se dan los premios para
los mejores disfraces. Niños y mayores, han llevado con ilusión sus disfraces de payasos, hadas, princesas, jóvenes de hoy,
disfrazados con ropas de sus padres moda años 60, playmóviles ,cafeteras, indios bravos, geishas, espantapájaros... en grupo
o individualmente el carnaval es una fiesta para la diversión, que se celebra en Chera en febrero.
Aunque ha tenido unos años de decadencia es ahora cuando vuelve con gran fuerza gracias al empeño y entusiasmo de la
Asociación Cultural de Chera.
"El día 8 de marzo , es día de carnaval,
mi corazón está triste y no acierta a disfrutar,
esa niña me ha robado por completo la ilusión,
si cuando yo me declare ella me niega su amor.
No debes de padecer, no debes de sufrir más,
Esa niña a ti te quiere, nos ha dicho la verdad,
Tu amor será cumplido, tu corazón gozará,
que el día 8 de marzo es día de carnaval,
y si eso es así, gritaremos todos,
que en carnaval fuimos nosotros
los primeros ases en disfrutar
que el año 43 toda nuestra vida hay que recordar."
Canción del carnaval (1943)
Esta canción fue escrita por Eusebio Forner "Eusebiete", parece ser que para salir en cortejo de disfrazados simulando una
boda y su acompañamiento. Sabemos que ensayaron la canción en la cambra de su casa, que hacía de novio Vicente el "arriscao",
que la novia era La María de los ojos preñaos, ya que era la única que tenía mantón de manila y así lo podría lucir y que
parte del acompañamiento fueron la tía Isabel y la tía Amparo hijas de tío Eusebiete, y la tia Elisa la cascabela pero que no
llegaron a recorrer el pueblo.
Otros disfraces de los años 40 de los que tenemos referencias son por ejemplo tres hombres agachados tapados con sacos o
pieles con un rabo y unos cuernos simulando un gran toro, envistiendo a la gente. O parejas disfrazadas con refajos de
las abuelas montadas en un macho sobre el que se había colocado una vistosa colcha y recorrer los barrios del pueblo para
risas de todos. Una costumbre muy extendida fue tirar harina y ceniza, probablemente como sustituto del confeti y la serpentina
dada la pobreza de esta época en Chera. Está claro que en la posguerra había hambre y poco dinero pero la gente agudizaba
el ingenio para divertirse en unas duras circunstancias. Pese que los carnavales fueron prohibidos ya al principio de la guerra
y durante toda la Dictadura, el caso es que en Chera, la idea del disfraz siempre permaneció latente, eso sí a cara descubierta,
con pocas dosis de sátira o critica, aunque en el trasfondo de todo lo importante era la diversión y la armonía en la
preparación del disfraz.